domingo, 29 de noviembre de 2009

En moto a los pozos de la nieve

Hace ya tiempo que no cogemos la moto, y hoy que ha amanecido el tiempo un poco “fosco”, puede ser un día indicado para retomar esta actividad. Así es que nos hemos levantado, hemos llamada a la Perdiz para encargar un arroz y sin prisas, nos hemos puesto en marcha.

La primera parada, aunque no podamos decir que nos pillaba de paso, ha sido en Ramírez e Isabelita, para atacar un plato de jamón y otro de tomate con cebolla, regado con un buen vino del terreno.

Desde aquí y gracias a la autovía, nos colocamos en unos minutos en Alhama, al pie de la sierra y después de disfrutar de unas curvitas, en el merendero del campamento Navarro de Haro, al menos antes se llamaba así.





Tras trasegar una cervecita, continuamos por las pronunciadas “s” que hace la carretera camino de Collado Bermejo en un tranquilo paseo, ya bajo las primeras gotas de una fina llovizna. Desde aquí vamos a remontar la carretera militar hasta llegar a la vega donde se encuentran los pozos de la nieve. El paseo por la zona es muy agradable al encontrarse casi desierto el lugar debido al mal tiempo.








Desandando el camino retornamos hasta el desvío hacia la Perdiz, donde nos espera un arroz con conejo y caracoles, ahora sí, rodeados de niños, domingueros y señoras en chandals de colores chillones a juego con los tenis de marca.





sábado, 28 de noviembre de 2009

De Los Belones a Portmán

El otoño ya está instalado en el calendario, pero este año se resiste a hacerse presente de manera efectiva en la climatología. Así pues, pese a lo avanzado del mes de noviembre, seguimos disfrutando de unas agradabilísimas temperaturas, al menos en las horas centrales de los días, siempre y cuando luzca el sol. Ese es el caso de esta mañana del 28 en que tras dejar la moto en Portmán, nos dirigimos a Los Belones para iniciar esta bonita ruta costera. El inicio tiene lugar junto a la urbanizada y canalizada Fuente Grande, situada al sur del pueblo de Los Belones y en la ladera del pico de la Fuente. Aquí vamos a dejar el coche y comenzamos la caminata a la derecha de la fuente por un camino de herradura que tras rodear el cabezo se encamina hacia el sur llaneando entre bancales hasta que desaparece en una explanada usada como aparcamiento por bañistas y pescadores. Nosotros proseguimos por la senda que empieza el descenso hacia el mar hasta una bifurcación que tomamos a la izquierda siguiendo las marcas blancas y rojas del GR-92 que nos orientan hacia poniente.


Fuente Grande



Pico de la Fuente

Descendiendo hacia el mar

Cala de las Mulas



La senda se aproxima al mar y desde una cierta altura vamos superando, siempre hacia el oeste, las distintas calas arenosas que jalonan este tramo de costa; Cala de Huncos, de las Mulas, del Cuervo, Gotera. En esta última descendemos hasta la arena, para descansar unos minutos, aunque el camino hasta aquí ha sido muy cómodo y relajante. A partir de aquí hemos de remontar el desnivel hasta la pista que desde las urbanizaciones del Campo de Golf conduce hasta la cala del Barco. La subida es empinada pero no muy prolongada por lo que en pocos minutos nos situamos en dicha pista. Remontamos unas decenas de metros hasta el cartel informativo del GR-92 junto al cual surge de nuevo la senda que rodeando los mas meridionales chalets de la urbanización enlaza con los siguientes cerros que habremos de coronar cresteando entre las dos vertientes. Al norte, el Mar Menor, La Manga, Torrevieja… y por el sur la ladera de la montaña que desciende hacia el mar.

Cala Gotera


Urbanizaciones, La Manga y Torrevieja

A la sombra de un solitario pino, nada mas dejar atrás los dos chalets, que se asoman al mar mas allá de lo razonable, es el momento de dejar las mochilas y hacerle honores al queso, al embutido, y al pan de hogaza que junto con el vino dorado harán mas llevaderas las últimas rampas que nos quedan por superar Tras el almuerzo y los últimos cerros que hemos cresteado bordeando la pinada, llegamos dejando atrás lo que parecen apostaderos de caza elaborados con piedras de pizarra obtenidas del propio entorno, al collado de Atamaría. En este punto podemos, o bien, seguir por el borde de la pinada la ascensión a Cenizas, o bien, internarnos en el bosque y siguiendo las marcas rojas de los árboles y tomando las bifurcaciones que nos surjan a la izquierda, llegar a la carretera que une Portmán y Atamaría junto al inicio del camino a Cenizas.

Vista de la costa

Pico del Aguila



A través de la pinada

Ya solo nos queda descender unos metros por la carretera y tomar la calzada romana que siguiendo la rambla del Moro nos lleva a la carretera del faro. Desde aquí hasta el centro del pueblo lo haremos por la carretera con las debidas precauciones. Ya se huele a cerveza, y al sofrito del caldero que en Guerrero hacen casi de forma industrial.

La calzada romana

Portmán