domingo, 26 de septiembre de 2010

A las Estancias por Cabezo Negro

Después de haber correteado por la rambla del Negro y haber admirado la cumbre del cabezo homónimo desde la Morra de los Madriles, hoy vamos a abordar la cima de este monte desconocido para la mayoría pero que preside la zona al sur de la carretera de Isla Plana..




El acceso a su cima lo comenzamos desde dicha carretera donde dejamos el coche junto a unas viviendas a 2 km. aproximadamente tras rebasar la nueva residencia de la tercera edad que hay junto a la carretera.
Desde allí, y en dirección sur seguimos una pista, que abandonamos para abordar el ascenso a la cima del cabezo Negro tras un corto ascenso. Desde la cota elevada contemplamos lo que va a ser nuestro recorrido de hoy.





Tomamos aliento y nos refrescamos con la fresca brisa que acaricia la cumbre, tras lo cual emprendemos un descenso visual en línea recta hasta el camino que antes abandonamos y que ahora retomamos al sur del cabezo y que seguimos en dirección sur por la morra del Quemado hasta llegar a un camino que se nos atraviesa en dirección este-oeste.


La soledad y el silencio son estremecedores. Solamente algunas aves rapaces que no identificamos nos acompañan. Tomamos hacia levante unas pocas decenas de metros hasta un nuevo cruce en que retomamos hacia el sur llegando al paraje de las Hoyas, en donde encontramos las ruinas de una casa, y un denso bosque de pinos que desciende hacia el mar. Continuando el sendero nos encaramamos al Cabezo de las Estancias con sus tres cumbres, desde donde ya sí contemplamos el mar, el rincón de los Boletes y Cabo Tiñoso.



Es el momento de reponer fuerzas, ya que aunque la ruta está siendo cómoda, no deja de ser larga, fatiga los cuerpos y seca los gaznates. Tras el descanso volvemos sobre nuestros pasos y continuamos hacia el este. No encontramos el sendero que rodea por el norte la morra del Toscal, por lo que la remontamos y alcanzamos por su lado de levante el collado que separa a ésta del monte de La Muela.

Es en este punto donde nos despedimos de las vistas mediterráneas y nos dirigimos hacia el norte a través de un pequeño bosque de pinos dejando a nuestra derecha los senderos que descienden al barranco de la Linterna. Nuestro siguiente objetivo será el sendero cimero que a través de varias lomas nos llevará hasta la morra de los Madriles, desde donde iniciaremos el descenso hacia la rambla del negro, la cual llega hasta nosotros desde el cerro con cuya ascensión iniciamos la excursión de hoy. Aquí punto enlazamos con la excursión del día 23 de Septiembre para volver a la carretera.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

La Muela desde El Portús

Hoy hemos explorado un nuevo acceso para acceder a la ermita de La Muela, esta vez desde el poblado de El Portús.


Inicio del sendero en la bifurcación hacia la ermita

Referencia que tomamos en los primeros tramos del ascenso.

Seguimos el ascenso

Atrás va quedando el poblado veraniego

Aparecen los primeros pinos

Ya acertamos a ver la cima y la ermita

Una vista atrás al sendero

En este punto llegamos a la pista forestal de La Muela. Nos quedan 15 minutos

La merecida recompensa.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Fuente Vieja y la Morra de los Madriles

Ya ha entrado el otoño, y aunque alguna lluvia ha hecho acto de presencia, el color de los campos sigue siendo predominantemente parduzco después del abrasador verano que hemos padecido.
En este entorno es cuando hemos decidido explorar la amplia zona que queda amparada por La Muela y la carretera de Isla Plana en sus límites sur y norte.
Nos encontramos aquí con una extensa área presidida por la ya nombrada Muela y por el Cabezo Negro a poniente. Desconocido pero imponente montaña de cuyas laderas surgen diversos cauces fluviales de tipo estacional que parten en todas direcciones en busca del cercano Mar Mediterráneo. Dejamos para una próxima salida el imprescindible abordaje de su cima. Hoy vamos a explorar las ramblas y morras situadas a levante de esta formación.
Cuando nos aproximamos a la zona por la carretera que desde Cartagena conduce a las playas del occidente cartagenero nos da la sensación de encontrarnos en una planicie en la cual se han excavado por efecto de la erosión pluvial, múltiples heridas o grietas que descienden a un nivel mas bajo. Y es así, ya que salvo las montañas mas elevadas lo que se ofrece ante nuestros ojos es una sucesión de ramblas excavadas entre morras, cerros de cima mesetaria.
Otra de las características es la ausencia de construcciones y población ya que aunque encontramos una verdadera red de caminos, estos se encuentran muy deteriorados siendo apenas transitables para vehículos 4x4. Como consecuencia de esto, el silencio es espectacular, una vez que nos separamos de la transitada carretera.


Dejamos el vehículo, que viene de estreno, en el parking de la residencia de la tercera edad recientemente construida junto a las ruinas de la entrañable Venta del Lirio y nos dirigimos hacia poniente por la carretera unos 800mts. Tomando un desvío que encontramos a la izquierda y que desciende rápidamente hacia el cauce de la rambla del negro. Tomamos un camino asfaltado a la izquierda señalizado hacia “fuente vieja” y continuamos el descenso hasta la misma rambla. Una vez en este punto podemos tomar dos alternativas, la primera continuar el camino por el cauce y la segunda más cómoda y la única posible en época de lluvias, es continuar por el camino que discurre paralelo a la misma. En cualquiera de las dos opciones nuestro primer objetivo es la balsa de fuente vieja. En este tramo de la rambla encontraremos restos de diversas construcciones e infraestructuras hidráulicas que en otras épocas represaban y canalizaban las aguas de las avenidas para su posterior empleo, bien para consumo humano, bien para la agricultura.

Antiguas infraestructuras hidraúlicas

En el entorno de Fuente Vieja, tomamos un camino a la izquierda que asciende por la ladera adentrándose en la pinada hasta lo alto del cordal donde enlaza con el sendero que viene desde Los Diez de Galifa siguiendo las cotas mas elevadas y se encamina por las cimas hacia el collado que forman el monte de La Muela y La Morra del Toscal, abocados ya al Mediterráneo.



Es en este paraje, separado de La Muela, por lomas arboladas de pinos donde “cazo” de forma involuntaria y sin ser consciente de ello a este habitante de la zona. Solo descubro su presencia en la foto cuando por casualidad me fijo en una pequeña mancha al preparar las fotos para esta entrada y dando zoom consigo distinguir de qué se trata.

¡¡Un Zorro!!


Tras reponer fuerzas, continuamos el camino hacia el SO, hasta la Morra de los Madriles, en donde tras despedirnos del sendero emprendemos el descenso hacia la rambla del Negro. El descenso es muy pronunciado pero cómodo, salvo los últimos 10 metros, que han de hacerse abriéndose paso entre las espinosas aliagas hacia el lecho de la rambla en un punto que señaliza un solitario pino.

Cabezo Negro y su rambla homónima

Tras el árbol, el sendero que desciende de la Morra de los Madriles

Impresionante las esculturas que el agua ha realizado en el lecho de esta rambla, que desde el Cabezo Negro atravesará Galifa en busca del mar por El Portús.


El regreso lo hacemos tras remontar unos metros el barranco de Noguera y tomar un camino que hacia el norte nos sitúa en lo alto de la Morra de la Arjona. Desde aquí podemos tomar hacia cualquiera de los dos lados para volver a la carretera de Isla Plana y recuperar el vehículo, dando por terminada la jornada.