lunes, 27 de diciembre de 2010

Una vuelta por la sierra de Ricote

27 de diciembre, festividad de San Juan Evangelista. Esta noche ha helado en la costa, y hace mucho frío. Pese a todo, estamos en el kilómetro 10 de la carretera que lleva de Ricote a Mula dispuestos a hacer nuestra última ruta del año.
Para ello hemos escogido un PR oficial, (PR-MU 47) correctamente balizado, que asciende hacia las zonas mas elevadas de la sierra haciendo uso de los magníficos caminos elaborados con mampostería por esta desconocida sierra de la vega media del Segura.




Descripción del sendero en los folletos oficiales

"En los años anteriores al siglo XX, la abrupta orografía del macizo montañoso de la Sierra de Ricote y su escaso manto vegetal, acentuaban la erosión de un terreno frágil ante las lluvias torrenciales. Las aguas de escorrentía, que anegaban las huertas cercanas de los valles del Segura y Río Mula, motivaron, a lo largo de la primera mitad del siglo pasado, sendas repoblaciones en sus diferentes cuencas. La Sierra de Ricote es un ejemplo más de aquellas grandes obras de restauración hidrológico-forestal que hubo en la Región de Murcia durante la primera mitad del siglo XX principalmente. Este sendero circular, vestigio de aquellas épocas, arranca en las proximidades del Campo de Ricote y asciende suavemente por entre umbrías y laderas cubiertas de matorral mediterráneo hasta el Collado Linuesa (857 m.), donde se sitúa la pista forestal que encumbra la Sierra de Ricote en el Pico de los Almeces (1.122 m.). Desde su comienzo en la Casa Forestal de Cuesta Alta, los extraordinarios trabajos de mampostería en la construcción de los muros de este sendero nos sorprenderán por su precisión y firmeza. En las proximidades de Piedra Negra, tomaremos a la derecha un camino que nos llevará por la pista forestal de La Bermeja, dejando de frente la senda por la que se regresa a la vuelta de nuestro recorrido. En este cómodo tramo apreciaremos cultivos de secano y diseminadas casas de campo que conforman, junto a la omnipresente masa arbórea, un paisaje agrícola-forestal de gran belleza. Más adelante estaremos atentos para, siguiendo las marcas blancas y amarillas, dejar la pista y ascender en dirección al Collado Linuesa. Esta espléndida senda nos ofrecerá vistas de uno de los rincones más bellos de la Sierra de Ricote.
Una vez arriba, descenderemos por la pista forestal que se dirige a Piedra Lisa en un tramo común con el Sendero del Barranco del Pozo (PR-MU 10). A poco más de un kilómetro y tras bordear una cota, dejaremos el camino forestal y el citado itinerario común, para tomar un sendero que desciende a la izquierda. Tras un pequeño zig-zag, iremos por la vertiente izquierda del Barranco de Ambrós en dirección al Collado de la Madera, por uno de los mejores senderos de mampostería de la sierra. Durante este tramo, avistaremos con admiración la verticalidad de las peñas y riscos que descienden desde Los Almeces. Tras el collado, acompañados de jarales y por el amable aroma del tomillo y el romero, marcharemos en continuado descenso hacia Piedra Negra y la Casa Forestal de Cuesta Alta, disfrutando de la panorámica de La Bermeja, los Llanos del Cagitán y toda la Comarca del Noroeste tras el extenso bosque de pino carrasco". Sic.




Es una ruta larga y en muchos momentos monótona, debido a que discurrre en casi todo su trayecto entre pinares, que no dejan disfrutar del paisaje

Las obras de mampostería a lo largo del camino son constantes, desde la salida en la casa forestal de Cuesta Alta hasta nuestro regreso al mismo punto despues de mas de 16 Km. de caminata.
De esta forma cerramos nuestro año 2010 deseando feliz año nuevo a los escasos lectores de este nuestro Blog

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Invierno veneciano

De una forma un tanto imprevista, hemos terminado este inusual año viajero en la Ciudad de los Canales.
Venecia, enigmática capital de la región del Veneto. Un viaje relámpago, que por lo fugaz, no nos impidió disfrutar uno de los parajes urbanos mas extraordinarios de Europa. Todo ello además, lejos de las aglomeraciones turísticas propias de la temporada alta, con la quietud y el desahogo que permite el privilegio de poder viajar en fechas poco concurridas, aunque realmente frías.
Dos días dan en Venecia, para conocer, y disfrutar el entramado urbano, los mercados, los canales solitarios, la forma de vida del veneciano, la calma de la más internacional de las plazas, los paseos en vaporetto rodeando la isla, cruzar los canales en tragetto, perderte por las solitarias callejuelas tras el precoz anochecer invernal, el silencio de sus múltiples iglesias, la observación relajada de los mosaicos de la Basílica, o de los inmensos salones del Ducal, callejear el barrio judío, recorrer el Gran Canal de noche rodeados por la niebla observando los incontables palacios que jalonan el recorrido, mezclarse con los estudiantes en las tabernas por la tarde y regresar al modesto pero excelentemente bien situado hotel tras cenar una pizza con ganas de mas calle, pese al intenso frío. Nombres como el Campo de Santa Margherita en el Dorsoduro, los puentes de la Accademia y Rialto, su mercado, Basílica de San Marcos con su glorioso Campanile, Puente de los Suspiros, piazza San Marcos, Cannaregio, etc, etc. ya forman parte de nuestro patrimonio personal para siempre.


Hotel Albergo Marin. Tiene una "jarta" de estrellas, pero todas estrelladas

Atasco veneciano, pese a la temporada baja


Anita frente al mas famoso de los puentes sobre el Gran Canal: Rialto


La pareja, tan iguales, tan dispares

Una de las más famosas plazas del mundo. San Marcos



Viajeros sobre el puente de la Accademia

La Salutte al fondo
Pensativo

La Salutte

Con la historia por decorado

A las 16,30 : La noche veneciana

1000 años vendiendo en Rialto

¿a qué parece una góndola?

Navegando por el canal mas bello de la tierra

Una bonita imagen


El palacio de los Dogos venecianos


A espaldas de Marte

Venecia se despidió envuelta en niebla

sábado, 13 de noviembre de 2010

lunes, 8 de noviembre de 2010

Rodeando el Pedro López en Sierra Espuña

Ya entrado el noviembre de este año, nos dirijimos una mañana a la vecina Sierra Espuña dispuestos a rodear uno de sus picos mas elevados y a la vez mas accesibles, El Pedro López.
tras dejar el véhículo en Collado Mangueta, y con un considerable frío, nos dirigimos andando entre los pozos de la nieve que antiguamente surtían de hielo a las familias adineradas de Cartagena, Murcia, Alhama, etc. hacia la cumbre de esta montaña.


A nuestra espalda va quedando la mole petrea y coronada de antenas de telecomunicaciones del Morrón Grande.


Lo que no esperábamos era que íbamos a ser acompañados por varias manadas de muflones en nuestro tránsito por la cimera meseta.

Desde la cima podemos llegar a ver, además de toda la sierra, parte de la provincia.

A partir de este punto, la ruta va descendiendo al tiempo que rodeamos la montaña alcanzando su vertiente sur entre pinos que nos acompañan mientras terminamos de circunvalarla y volver al puento de partida junto a los pozos de la nieve. recorrido largo y algo monótono en su segunda mitad.

domingo, 10 de octubre de 2010

Tras los pasos de Al Andalus. La Córdoba del Califa

Córdoba. Apenas unos cientos de kilómetros, y esta ciudad se nos ha resistido hasta hoy. Y en verdad que vale la pena.
Después de haber estado en países musulmanes la sensación, aunque adulterada por las inevitables reformas posteriores a la conquista, que embarga al viajero al cruzar al amanecer la puerta del perdón debe de recordar en parte a lo que sintieron durante siglos los musulmanes españoles que la construyeron y convirtieron en el mayor monumento religioso musulmán de occidente.
El fresco recibimiento en el patio de los naranjos a la sombra del alminar vestido de campanario herreriano, el omnubilante bosque de columnas en el haram, las 19 puertas, hoy cerradas en su mayoría, el lujo de los arcos lobulados en la maqsura o el inquietante rincón del mihrab.
El templo hoy cristiano y adulterado, peaje que se paga con gusto por lo que de necesario tuvo de cara a la conservación del edificio hasta nuestros días, es absolutamente embriagador y reafirma mi tesis ya elaborada hace años en mi primera visita a la Alhambra que para degustar monumentos árabes, uno de los mejores lugares es Al Alandalus.


El alminar visto desde las callejuelas cordobesas

Proyecciones de las vidrieras sobre las columnas


El mirhab


El haram

La ciudad de Córdoba


La Corredera


El Cristo de los Faroles


Patios y calles cordobesas