La costa de
Cartagena constituye un entorno paradisiaco desde la punta de Palos hasta la de
Tiñoso. Acantilados, calas inaccesibles, laderas que descienden desde las
cumbres, arboladas ya en algún caso, hasta donde mismo las lamen, níveas, las
mediterráneas olas. Reducto de lo que
ahora se llama actividad sostenible. Pesca, piragüismo, vela, escalada, buceo,
excursionismo, carrera de montaña.
Salpicada de las
otrora temibles baterías de costa y ahora atracción turística ha sufrido en sus
piedras importantes agresiones. Los destrozos que la actividad minera supuso
para la sierra llegan hasta el mar de forma nítida en la colmatación por
estériles de la bahía de Portmán o en los sangrientos desmontes que coronan las
cumbres de ese lado de la muralla costera.
Desde tiempo
ancestral, la dársena de Cartagena y en tiempos más recientes la de
Escombreras, se escondían en sus recodos naturales compaginando la
indispensable actividad humana con la conservación del paisaje hasta 1997 en
que se aprueba la gigantesca ampliación de la dársena de Escombreras que supone
la desaparición de facto de la condición insular de la hasta entonces isla de Escombreras
y el desmonte salvaje de la punta de Aguilones creando una cicatriz hoy día no
cubierta por actividad regeneradora alguna.
Hoy sin que dicha
ampliación este ni mucho menos al 100% de su potencial rendimiento, la
insaciable Autoridad Portuaria avalada por el gobierno regional y el Ministerio
de Fomento ya se propone perpetrar una nueva agresión, mas violenta aun si cabe
en la cercana dársena de El Gorgel y en la Sierra de la Fausilla en lo que
sería el definitivo golpe a este tramo de costa conservada hasta nuestros días
en su estado natural.
Es por ello que la
excursión de hoy tiene un sabor especial. Saldremos con las débiles luces del
nuevo día de la pintoresca playa de El Gorgel ascendiendo por su extremo oeste
en busca del antiguo cuartel de carabineros. Desde allí seguiremos por el
sendero labrado para el uso de estos funcionarios que recorre el acantilado
hasta las baterías costeras de Conejos y Aguilones pasando por Cabo de Agua.
Es la ruta de hoy
no aconsejada a excursionistas sin ninguna experiencia ni personas con vértigo
extremo, ya que aunque en sí, carece de dificultad, no esta exenta de algunos
pasos aéreos y a cierta altura. En cuanto a orientación hay que remarcar que
aunque forma parte del sendero GR92 apenas está señalizado salvo en algún
tramo. Pese a ello no plantea otra dificultad que no sea despreciar las
bifurcaciones que se dirigen hacia abajo empleadas por los pescadores para
acceder a sus puestos.
Por último advertir que se necesitan dos vehículos y que
no es aconsejable hacerla con perros, ya que en el paso sobre los tablones es
muy probable que el perro rehuse y os plantee un problema. En nuestro caso hubo
que pasara a nuestra acompañante de seis kilos suspendida de un arnés de transporte específico.
Playa de El Gorgel. Otra "Saigón cartagenera"