Porque cinco son ya las rutas de subida al techo cartagenero que hemos realizado. Para esta última, partiendo de la fértil rambla del Cañar, elegimos un nuboso domingo de mayo con previsión de lluvia que como siempre no se cumplió.
Partimos muy avanzada la mañana de la fuente de la rambla en dirección este, para comenzar el ascenso.
Nos esperan pasos por cordales y muy empinadas laderas de roca entre instalaciones mineras abandonadas y siempre con la perspectiva de las peñas cimeras que nos van acercando a la cumbre.
Tras coronar, el descenso en dirección a la planicie de horno ciego, en esta época del año con los almendros pintados de verde, nos lleva a una pista que tomamos hacia el oeste, camino del collado de Labajo.
Aquí empieza la parte mas bonita y novedosa para nosotros de la excursión, ya que nos encontramos con las paredes de Peñas Blancas cimentadas sobre una espectacular ladera salpicada de palmitos que cae hasta lo mas hondo de la rambla del Cañar y una senda, nuestra senda que la recorre a media altura siempre hacia el suroeste.
Vamos progresando en falso llano con la rambla abajo y la Bahía de Mazarrón al fondo.
En total 4 horas de caminata con final frente a un plato de tomate con bonito, queso, jamón y buena cerveza en Ramírez.
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