viernes, 27 de febrero de 2015

Sierra de María, un día ventoso.

El día amanece despejado en las tierras bajas, aunque el viento ya avisa con su rumor entre las ramas de los pinos que quiere ser protagonista así como espesas nubes permanecen pertinazmente asidas a las alturas de la sierra.
Dejamos el coche en el aparcamiento de la ermita  de la virgen de la Cabeza y nos encaminamos hacia el jardín botánico con una fresca temperatura en torno a los 4-5 grados. Una vez en la instalación lo dejamos a nuestra derecha y nos metemos en el barranco que asciende junto a la valla en dirección sur desoyendo las indicaciones de la empleada del jardín que nos insistía echar por el camino.
De esta forma ascendemos hasta la cota de 1690 metros ya pisando abundante nieve, lugar en el que comienza el sensacional sendero en zig-zag que nos llevará ya envueltos en la niebla que nos oculta casi de continuo las vistas al valle.








El viento se va haciendo mas y mas duro conforme nos acercamos al collado de Portalchico en que arrecia de forma violenta. Buscamos un lugar a refugio del mismo para reponer fuerzas con un trago de vino y buen queso y pan antes de intentar el asedio que luego veremos frustrado al pico de María.


Reiniciamos la marcha por la helada planicie cimera con rumbo 90 azotados por un feroz viento de NNE que en ocasiones nos impide avanzar y que en mas de una ocasión nos lleva directamente al suelo. La perra de apenas 7 kilos se ve en complicadas circunstancias que resuelve como buenamente puede flexionando las patas y acercándose al suelo donde encuentra liviano refugio a tan duro empuje.
De esta forma y con el viento arreciando aun mas si cabe, junto a la cota de 2033 metros y a apenas 500 metros de llaneo del vértice geodésico de María decidimos dar la vuelta y retroceder al collado de Portalchico.



Volviendo la niebla nos permite a pequeños intervalos disfrutar de las espectaculares vistas que a norte y sur se abren entre la niebla así como el macizo del Maimón, nuestro próximo objetivo.





Descendemos el Zigzag dejándonos caer por la abundante molla de nieve hasta el sendero de su base. Recorremos el mismo en dirección  este a media ladera bajo los picachos hasta que en las proximidades del Peñón de San Blasco nos dejamos caer entre los pinos hasta las tierras  de labor para aproximarnos de nuevo a la ermita donde damos por terminada nuestra primera excursión por esta bonita sierra.






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