¿Roma? Roma es mucha Roma

Cuatro días en Roma, en enero, dan para mucho o para muy poco, según se vea. Dan para pasear, dan  para perderse por sus callejuelas solitarias, dan para tomar un cafe latte en el Campo di Fiori, escuchar una misa en latín en una iglesia medieval, dan para mojarse, y mucho en los jardines de Villa Borghese después de admirar los marmoles de Bernini, o para disfrutar de las escaleras de la piazza de España en solitario.

Dan en suma para tener una experiencia inovidable en sus impresionantes naves de Iglesia, Santa Mª Maggiore, San Pietro in Vinicoli,  Santa Maria in Cosmedin, Iglesia del Gesù, y tantas otras.

Dan para visitar en silencio y soledad la Basílica vaticana y los impresionantes museos vaticanos, Capilla sixtina incluida, meditando como demonios debe estar aquello en junio o julio de turistas. Toda una experiencia la Sixtina y todo ello y, naturalmente sin saberlo, en las últimas semanas del pontificado del papa actual.

Dan para perderse por el barrio del Trestevere, recorrer el antiguo mercado de Trajano o fotografiar sus incontables fuentes de marmol en Navonna, Trevi, Popolo y tantas otras.

Dan También para imaginar los dramas hechos espectáculo y la espera que tantos sufrieron en los sotanos del coliseo a la espera de la muerte, la mutilación o la gloria.

Dan, en fin para mucho y para muy poco sentado en una familiar tratoría con una pizza de fina pasta delante.

Santa Maria Maggiore ; la española. Misa dominical.

Moises

San Pietro in Vinicoli

Moises. Sí, son cuernos

Mercado de Trajano

Teatro Marcello

Fontana de Trevi

Otra

Traspasando las puertas de San Pedro

Basílica

Presbiterio. San Pedro

Cúpula de Miguel Ángel

¡Despejen la nave central de la Iglesia!

Museos Vaticanos

Trevi de día

Panteón de Agripa

Templo de Adriano

Fuente de los cuatro rios. Bernini

Campo di Fioni

Calabazas en Fiori

En la Arena. Anfiteatro Flavio

Coliseo

Sótanos del Coliseo

Pasadizos

Foro

Esplendor de Roma

Templo