La imponente Canal de Amuesa

Nos planteamos este día una misión imposible, como era la ascensión desde Poncebos hasta Cabrones y regreso, aunque conscientes de nuestras posibilidades reales pensábamos que la opción de acabar la ruta en la Vega de Amuesa era la mas coherente, como así fue.

Empezamos desde Poncebos la ascensión por la senda a la sombra que nos daban las paredes de la canal del tejo directamente hacia el barrio del Castillo de Bulnes, en donde reponemos fuerzas y consultammos con una lugareña si en Amuesa había agua.

Vista del Barrio del Castillo de Bulnes

Comenzamos la aproximación a la Canal. Impresiona este acercamiento, debido a lo imponente de la misma vista desde abajo.

La Canal de Amuesa

No obstante, la ascensión de la misma no fue tan terrible como a priori parecía. Llegamos arriba tras refrescarnos y almorzar en la fuente que cerca del final de la misma aun manaba agua muy fresca aunque en muy poca cantidad.

Lo mas frustrante del día fue la escasa recompensa, ascender mas de 1200 metros para encontrarnos en una vega llena de ganado, apestando a estiércol y sin grandes vistas de las que disfrutar.

Vega de Amuesa

Por lo que después de dar una vueltas por allí decidimos bajar de nuevo a Bulnes, donde comimos alrededor de las 15, 30 horas en el barrio del castillo y nos tomamos unos pinchos ya en el barrio de abajo, antes de retomar la senda del Tejo que nos llevará de nuevo a Poncebos con un sabor agridulce por la jornada.

Descenso

Reponiendo fuerzas en Bulnes

Quizás para desquitarnos, nos regalamos en Arenas una cena de relumbron, a base de croquetas, bacalao y chuletón de ternera roxa.