Ruta del Cares

Volvimos a los Picos de Europa. Justo un año después, de nuevo cruzamos la península para disfrutar de estos paisajes, su gastronomía, su clima, etc. Y en esta ocasión mucho mas ambiciosos en cuanto a los objetivos que nos planteamos. han sido varias las caminatas que nos han permitido un conocimiento mucho mas profundo de la zona, aunque realmente estos parajes nunca se llegan a conocer del todo.

Campo base en Arenas de Cabrales

La primera de las actividades previstas era la ruta del Cares y hacia allí nos hemos encaminado y, tras un café en uno de los bares de Poncebos, hemos realizado la ruta que tras un primer ascenso hasta los collados llanea hasta Cain.

Ascenso a los Collados

Es explicable la gran afluencia de personas a esta travesía debido a lo cómodo y espectacular de la misma. Tras un ascenso al principio, y un suave descenso después, el resto es prácticamente llano, lo que la hace apta para una franja enorme de personas. Y eso que hoy al ser lunes aun de junio no era excesiva la presión de caminantes, lo que nos permitió degustar con tranquilidad del paraje.

Al llegar a Cain hemos hecho lo que debíamos, es decir no quedarnos en el primer establecimiento, sino profundizar algo. Así hemos encontrado un bar mas del pueblo que de turistas donde hemos repostado de líquidos al tiempo que charlábamos con el propietario. No es Caín mas que una diminuta aldea enterrada entre montañas impresionantes en cuanto a altura y verticalidad. De hecho se apreciaban neveros en las umbrías altas. Por lo demás construcciones de piedra, establecimientos de hostelería orientados a los caminantes de la ruta y el magnífico río que la atraviesa.
Luego hemos comido en unas mesas que había junto a la iglesia y hemos regresado por el mismo camino. La vuelta la hemos hecho sin parar y a buen paso, lo que nos ha permitido volver en 2,5 horas. 45 minutos menos que a la ida.

Cain

Al llegar a Poncebos cervecita en Camarmeña con vistas al Picu y concierto de gaita y tambor. Regreso al camping, que juega España.